Si estás mirando el calendario y pensando “¿cuándo voy a volver a vivir tranquilo?”, te entendemos. En Obrescat vemos a diario esa mezcla de ilusión y nervios por empezar una reforma integral en Barcelona y, sobre todo, por saber cuánto durará de verdad. La respuesta corta es que una obra bien planificada en un piso medio de 70–100 m² suele moverse entre ocho y doce semanas de trabajos, más un tiempo previo de definición, compras y licencias. Pero lo importante no es solo el número: es cómo se llega a él sin sobresaltos ni parones. Vamos a contártelo con la misma claridad con la que lo explicamos en una visita técnica.

La realidad del calendario cuando se hace bien
Una reforma integral no empieza cuando entran los operarios con el contenedor y los plásticos; empieza antes. Las dos a cuatro semanas previas marcan el ritmo: se definen la distribución y los materiales, se cierran planos y se tramita lo que toque con la comunidad y el Ayuntamiento. Nosotros no “picamos” una pared hasta que las referencias están pedidas y confirmadas. Es justo esa previsión la que comprime después los plazos de obra: no hay esperas por una encimera que no llega o una grifería descatalogada.
Una vez dentro, el avance natural es claro: demoliciones y desescombro, albañilería y replanteos, instalaciones completas (electricidad, fontanería, climatización), cerramientos y suelos, carpinterías y cocina, y un final de pintura, siliconas y limpieza. Cuando cada bloque arranca con todo listo, la obra fluye. Cuando no, aparecen los “dos días aquí, tres allá” que alargan una reforma sin que nadie sepa bien por qué.
Factores que aceleran o frenan una reforma en Barcelona
Hay cuatro variables que mueven la aguja del calendario: la complejidad de lo que quieres hacer, el estado real de la finca, la disponibilidad de materiales y tu capacidad para decidir a tiempo. Abrir cocina al salón, mover un baño o intervenir en estructura implica más técnicos, más revisiones y, por supuesto, permisos distintos. En edificios antiguos, es normal encontrar bajantes viejos o acometidas que piden renovación; no es un drama, pero hay que contemplarlo.
La segunda gran palanca es el stock. Los porcelánicos de tendencia, las carpinterías lacadas o las encimeras especiales llevan sus tiempos. En Obrescat somos insistentes con esto: preferimos reservarlo todo antes de entrar, aunque eso retrase una semana el inicio, a tener un piso parado después. La tercera variable eres tú, y te lo decimos con cariño: cuanto más claras estén las decisiones antes de arrancar, más recta será la autopista de la obra. Cambiar un frente de cocina en marcha significa rehacer mediciones, mover agendas y, casi siempre, esperar a fábrica.
Barcelona, licencias y comunidades: lo que conviene saber
En la mayoría de viviendas donde no tocamos estructura ni fachada, la vía es el comunicado de obra o la obra menor, que va rápido. Si hay elementos protegidos, fachada o intervención estructural, pasamos a obra mayor y el calendario depende del Ayuntamiento y de la documentación técnica. Además, cada comunidad tiene sus normas: franjas horarias, uso del ascensor, protección de zonas comunes. Nosotros nos encargamos de avisos y protecciones desde el día uno; evitar discusiones con vecinos ahorra más tiempo del que parece, sobre todo en fincas de Eixample o Gràcia con mucho tránsito.
Cómo trabajamos los plazos para que no se hagan eternos
Nuestro método tiene dos ideas sencillas: plan cerrado antes y pedidos por delante. Primero, visitas técnicas con medidas reales, propuestas claras de distribución y un presupuesto desglosado que enlaza cada partida con un hito temporal. Segundo, compras confirmadas y fechas de entrega en la mano antes de arrancar demoliciones. Con eso, los gremios se solapan donde tiene sentido: instalaciones mientras se asientan tabiques, medición de encimera en cuanto la cocina está montada, barnizado tras cerrar carpinterías. Además, cada semana enviamos un parte de avance con lo hecho y lo que viene, para que tengas la película completa y podamos corregir desviaciones a tiempo.
Ejemplos reales que ayudan a aterrizar expectativas
Un piso de 85 m² en Eixample, con cocina abierta, dos baños, instalaciones nuevas y parquet, se entregó en diez semanas. La única dilación fueron cuatro días por una encimera de cuarzo con corte especial que pedimos con margen, pero necesitaba medición in situ. En cambio, un ático de 60 m² en Gràcia, con baño único, cocina compacta y microcemento, terminó en siete semanas gracias a que todo estaba en stock y las decisiones se tomaron en una única reunión. En Sarrià, 120 m² con redistribución, carpintería exterior y climatización por conductos se fue a doce semanas de obra, más dos de preparación y licencias; agosto por medio estaba asumido desde el inicio y no hubo sorpresas.
¿Se puede vivir en casa durante la obra?
Se puede, pero conviene organizarlo por fases inteligentes y aceptar que habrá polvo, cortes puntuales y movimientos de muebles. Lo habitual es atacar primero zonas húmedas para recuperar funcionalidad, seguir con suelos por sectores y dejar pintura y remates para el final. En el tramo crítico —instalaciones y cocina— recomendamos, si puedes, una estancia temporal de dos a cuatro semanas. Ese descanso de convivencia obra-vida reduce estrés y nos permite trabajar más rápido.
Lo que más retrasa una obra (y cómo lo evitamos)
Los cambios en marcha son el enemigo número uno del calendario. El segundo es la logística invisible: un ascensor no reservado para subir materiales, un contenedor sin licitar, una medición pedida tarde para vidrio o piedra. Aquí somos maniáticos: calendario de mediciones pactado, reservas con la comunidad hechas y proveedores alineados. También ponemos un margen realista del 10–15% sobre el papel, porque la obra, como la vida, siempre muerde un poco. Esto solo puede prevenirse si eliges a una de las mejores empresas de reformas integrales Barcelona.
Plazo y presupuesto van de la mano
Cuando el presupuesto está desglosado por partidas y vinculado a un cronograma, sabes qué avance corresponde a cada pago y dónde se te va el tiempo si decides cambiar algo. En Obrescat trabajamos con actas de cambio transparentes: si pides una modificación, te indicamos el impacto en coste y en fecha de entrega antes de ejecutarla. Eso evita malentendidos y, sobre todo, evita que el calendario “se deslice” sin que nadie lo note.
Entonces, ¿cuánto tarda la tuya?
Con todo lo anterior, una reforma integral estándar en Barcelona suele resolverse en ocho a doce semanas de obra, a las que sumamos el tiempo previo de diseño, compras y permisos. Si tu vivienda es grande, si hay redistribución intensa o si entramos en obra mayor, ajustamos el plan y te lo contamos con claridad desde el principio. Lo importante es que las fechas sean realistas y estén sustentadas por materiales pedidos, gremios coordinados y decisiones firmes. Así, la entrega deja de ser una incógnita y se convierte en una cita.

Si quieres ponerle números y fechas concretas a tu caso, en nuestra guía de servicios de reformas integrales en Barcelona encontrarás cómo trabajamos, ejemplos y el contacto para agendar una visita técnica. En Obrescat, te escuchamos, medimos, planificamos y, sobre todo, cumplimos: la clave para que tu reforma sea un proceso ilusionante y no un maratón sin meta.
Preguntas frecuentes sobre Reformas Integrales Barcelona:
1) ¿Cuál es el plazo promedio de una reforma integral?
Entre 8 y 12 semanas de obra, más 2–4 semanas de preparación (diseño, compras y licencias).
2) ¿Qué factores pueden alargar los tiempos?
Cambios durante la obra, materiales sin stock, hallazgos en instalaciones antiguas y permisos de obra mayor.
3) ¿Puedo vivir en casa mientras reforman?
Sí, por fases (zonas húmedas, suelos por sectores y pintura al final), aunque el tramo de instalaciones es más incómodo.
4) ¿Cómo evitáis parones por materiales?
No empezamos sin pedidos confirmados y fechas de entrega; medimos encimeras/vidrios en cuanto el mueble está listo.
5) ¿Qué licencias necesito en Barcelona?
Habitualmente comunicado/obra menor; si hay estructura, fachada o elementos protegidos, es obra mayor y el plazo depende del Ayuntamiento.