Si estás mirando portales, sacando cuentas de hipoteca, comunidad, IBI y posible renta, seguramente ya has buscado mil veces Reformas integrales en Barcelona y te preguntas qué hay que hacer exactamente para que tu piso se alquile rápido y a buen precio, sin dejarte un riñón en la obra. En Obrescat vemos esta película cada semana: dos viviendas muy parecidas, en el mismo barrio, pero una vuela en dos visitas y la otra se queda semanas colgada en Idealista. El motivo casi nunca son los metros, sino cómo se ha pensado y ejecutado la reforma.

A partir de ahí todo cambia: dejas de ver tu piso como “ese sitio viejo que da pereza tocar” y empiezas a verlo como un producto. Y como cualquier producto, si lo diseñas bien, se vende mejor y da menos problemas. Nuestro trabajo es justo ese: bajar a tierra números, obras y decisiones para que tenga sentido como inversión, no como capricho decorativo.
Pensar como inversor antes de tirar un tabique
Cuando entramos en un piso para valorarlo, lo primero que hacemos en Obrescat no es hablar de colores, sino de objetivos. A qué perfil de inquilino quieres llegar, cuánto te gustaría cobrar, cuánto estás dispuesto a invertir y en qué plazo quieres recuperar la obra. Con eso sobre la mesa ya se ve si tiene sentido hacer una intervención profunda o algo más contenido.
Aquí es donde se nota trabajar con una empresa de reformas integrales de pisos en Barcelona que entiende el mercado local: no vas a reformar igual un piso en Eixample para un médico desplazado que un bajo en Sants para estudiantes. La distribución, las calidades y los extras se adaptan al inquilino que quieres atraer, no al gusto de turno que viste en Instagram.
Sacar metros de donde parece que no hay
En muchos pisos de la ciudad el problema no son los metros, sino cómo están repartidos. Pasillos eternos, habitaciones donde solo cabe la cama, cocinas que parecen un armario… Una reforma bien planteada corrige eso y hace que la vivienda se sienta mucho más grande.
Si trabajamos una reforma de vivienda pequeña en Barcelona, por ejemplo, solemos buscar tres cosas: reducir pasillo y convertirlo en metros útiles, abrir visualmente la cocina al salón para ganar luz y crear al menos un rincón digno de teletrabajo. A veces basta con mover una puerta, tirar medio tabique y recolocar un armario para que el piso pase de “agobio” a “acogedor”. Y eso, cuando alguien entra con el agente inmobiliario, se nota al segundo.
Cocina y baño: donde se decide el “me lo quedo”
Aunque el anuncio hable de metros, ascensor y orientación, a nivel emocional el sí o el no llega en dos sitios: la cocina y el baño. Si esos espacios se ven viejos, tristes o mal resueltos, el resto del piso pierde puntos aunque las habitaciones estén bien.
Por eso en muchas obras centradas en alquiler planteamos una remodelación de cocina en Barcelona que priorice funcionalidad y estética limpia. Nos gustan las líneas sencillas, colores neutros, encimeras que aguanten trote y una buena organización de zonas: cocinar, preparar, recoger. Nada de laberintos de muebles que luego son un caos para limpiar o usar.
Con el baño pasa lo mismo. Ese momento de abrir la puerta y pensar “esto está nuevo” vale oro. Una reforma de baño en Barcelona con ducha amplia, grifería fiable, alicatados sencillos y luz agradable no solo se ve mejor en fotos, también reduce próximas averías. Cada vez que cambiamos una bañera de los 80 por un plato de ducha antideslizante sabemos que estamos evitando sustos, resbalones y goteras al vecino.

Materiales que aguantan alquiler tras alquiler
Un piso alquilado no se vive como la casa de toda la vida. Maletas, sillas, mascotas, niños, repasos de pintura más frecuentes… Si los materiales son delicados, el mantenimiento se dispara. Por eso defendemos elegir acabados con cabeza, pensando en el uso real.
Cuando alguien nos pide una reforma con llave en mano en Barcelona para poner el piso en alquiler, apostamos por suelos laminados o vinílicos de buena gama con aspecto de madera, que resisten tacones, arrastres y algún que otro vaso que se cae. En cocina y baño preferimos gres porcelánico antideslizante y fácil de limpiar. En paredes, pinturas lavables mate en tonos claros que puedan repasarse rápido entre un contrato y el siguiente.
Todo esto parece muy poco “instagrameable”, pero luego, cuando llevas cuatro años alquilando sin tener que cambiar media casa, se agradece mucho más que el azulejo de moda de este año.
Las cuentas claras desde el principio
La otra gran ansiedad antes de empezar una obra es: “¿En cuánto se me va a ir esto?”. Lo normal. Por eso en Obrescat dedicamos tiempo a desglosar bien el presupuesto de piso en Barcelona, separando partidas y explicando alternativas. A veces vale la pena invertir más en carpintería exterior y ahorrar un poco en algún extra que no sube tanto la renta. O al revés, renunciar a un sistema de domótica caro y darle un poco de nivel a la iluminación.
Lo importante es que veas qué parte del presupuesto impacta en el valor percibido de la vivienda y qué parte tiene más que ver con tu comodidad como propietario: menos averías, menos llamadas, menos “oye, esto se ha roto”. Ahí está el equilibrio entre rentabilidad y tranquilidad.
Reformar con la mente puesta en el alquiler (y en la posible venta)
Hay propietarios que nos dicen: “Ahora quiero alquilar, pero no descarto vender dentro de unos años si el mercado acompaña”. En ese escenario la estrategia cambia ligeramente. Buscamos una reforma para alquilar piso en Barcelona que sea sufrida, pero introduciendo algunos gestos que ayuden también en la futura venta: una distribución más abierta, un dormitorio principal con buen armario, una cocina que luzca en fotos y un baño principal que tenga un puntito más de diseño sin disparar la factura.
Si, además, sospechamos que el barrio va al alza, se justifica subir un pelín la apuesta y pensar ya en una actualización para subir el valor de venta en Barcelona. No hablamos de lujos absurdos, sino de detalles que marcan diferencia cuando un comprador compara anuncios: mejores ventanas, iluminación bien pensada, un pavimento continuo de calidad, esa sensación de “entro y no tengo que tocar nada”. Incluso si es una vivienda muy antigua también puede adaptarse a un estilo moderno, si así lo deseas.
Papeles, licencias y comunidad: todo lo que no se ve, pero se nota
Nadie sueña con trámites, pero están ahí. Una obra sin permisos o mal comunicada a la comunidad puede acabar en parones, sanciones o cabreos serios con los vecinos. En Obrescat estamos acostumbrados a lidiar con esta parte para que tú no tengas que pelearte con el ayuntamiento ni bajar a cada reunión de escalera con cara de disculpa.
Cuando planteamos renovaciones con licencia y proyectos en Barcelona, nos encargamos de estudiar qué tipo de permiso hace falta, preparar la documentación técnica, coordinar horarios de obra y respetar las normas de la finca. Tú te enteras de lo importante, pero no tienes que estar detrás de cada sello y cada papel.
Del último brochazo al anuncio publicado
Otra preocupación habitual es el “después”: la obra termina, pero aún queda amueblar, colocar lámparas, cortinas, pequeños detalles… y el tiempo pasa mientras el piso sigue sin generar ingresos. Por eso cada vez más clientes prefieren que nos ocupemos de entregar la vivienda lista para hacer fotos y empezar visitas.
En esos casos, además de la parte puramente constructiva, montamos un interiorismo sencillo, muy neutro y funcional, casi siempre dentro de lo que llamaríamos decoración de interiores en Barcelona enfocadas a alquiler. Elegimos un sofá decente, una cama y colchón que no den vergüenza, algo de almacenaje bien pensado y algunos toques textiles para que el espacio no parezca un piso piloto frío. Nada exagerado, pero sí lo suficiente como para que el inquilino se imagine viviendo allí desde el minuto uno.
¿Por dónde empezamos con tu piso?
Cada proyecto llega con su historia y sus miedos: el piso heredado que lleva décadas igual, el apartamento donde viviste tú antes y ahora no sabes si “vale la pena” tocarlo, la vivienda que se enseña mucho pero nadie reserva. Nuestro trabajo en Obrescat es aterrizar todo eso, mirar el estado real de la casa y proponerte una ruta razonable.

A veces la jugada pasa por una intervención profunda; otras, por una actualización muy centrada en cocina, baño e instalaciones. En cualquier caso, lo que buscamos es que el camino esté claro: desde el primer plano hasta el momento en que haces las fotos para colgar el anuncio. Si quieres que tu casa pase de “piso antiguo que no acaba de salir” a “vivienda bien pensada que se alquila sin dramas”, ahí es donde Obrescat puede aportar de verdad.
Preguntas frecuentes sobre reformar un piso para alquilar
1. ¿Cómo empiezo si quiero actualizar mi piso para sacarlo en alquiler?
Lo ideal es empezar por los números: renta objetivo, presupuesto y tipo de inquilino. Con eso se decide si compensa una redistribución profunda o una actualización centrada en cocina, baño e instalaciones.
2. ¿Es obligatorio renovar cocina y baño para que el piso se alquile bien?
No es obligatorio, pero son las estancias que más pesan en la decisión. Una cocina antigua o un baño incómodo tiran muchas visitas atrás, aunque el resto de la vivienda esté aceptable.
3. ¿Qué materiales son más recomendables para una vivienda de alquiler?
Suelos laminados o vinílicos de buena gama, gres porcelánico en zonas húmedas y pinturas lavables en tonos neutros. Buscamos resistencia, fácil limpieza y aspecto actual.
4. ¿Cuánto tiempo suele durar una reforma completa de un piso?
Depende del tamaño y del alcance, pero una reforma bien planificada de un piso medio suele moverse entre 6 y 12 semanas. Lo importante es tener el alcance cerrado para evitar retrasos.
5. ¿Puedo dejar el piso listo con muebles y decoración básica?
Sí. Muchos propietarios optan por una reforma con entrega “llave en mano”: obra terminada, iluminación colocada y mobiliario esencial para poder hacer fotos y alquilar de inmediato.