Si convivimos en un dúplex, un triplex o una casa con desniveles, la escalera es como esa vecina que siempre se entera de todo: deja pasar las corrientes, el ruido de una planta a otra y el calor que pagas en la factura. En Obrescat —tu empresa de reformas en Barcelona— cerramos escaleras cada semana en pisos del Eixample, casas en Sarrià o áticos en Gràcia, y te aseguramos que un buen cerramiento no es “poner un cristal y ya”, sino una suma de decisiones pequeñas que, juntas, convierten la casa en un lugar más cómodo, silencioso y bonito.
Por qué cerrarla (y qué cambia en tu día a día)
Lo notas la primera noche: el salón deja de resonar, el dormitorio de arriba no recibe el eco de la tele y la climatización trabaja menos. También cambia la sensación de seguridad si hay peques o mascotas, porque ya no hay carreras directas escaleras arriba. Y estéticamente, cuando el cerramiento se diseña con cariño, parece que siempre estuvo ahí: la escalera pasa de “hueco incómodo” a volumen arquitectónico que ordena la planta.
Materiales y soluciones que de verdad funcionan
En Barcelona hay dos grandes familias que pedimos mucho: vidrio y tabiquería ligera (pladur). El vidrio manda cuando quieres luz y amplitud; solemos plantear paños fijos con una puerta batiente o corredera, según el giro de los peldaños y el espacio libre. El laminado acústico vale oro en salones con eco y el templado cumple cuando buscamos resistencia y limpieza visual. La perfilería también suma carácter: un negro mate tipo taller queda brutal en pisos industriales de Poblenou, mientras que un aluminio claro o lacado blanco se integra mejor en ambientes nórdicos.
Cuando buscamos privacidad total, paso de instalaciones o una caja más técnica, recurrimos a pladur con doble placa y lana mineral. Nos permite empotrar tiras LED, ocultar retornos de climatización o resolver puertas invisibles al techo. Y si te va la calidez, la madera es ese “abrigo” que abraza la escalera: frentes listonados, carpintería lacada o combinaciones muy actuales de estructura metálica esbelta con vidrio claro. Muchas veces proponemos cerramientos parciales: un murete bajo con paños de vidrio arriba o celosías de madera que filtran vistas sin cortar la luz.
Cómo lo trabajamos en Obrescat para que no haya dramas
Empezamos por la visita y las medidas reales: no es lo mismo un tramo recto que una caracol estrecha en Horta. Tomamos contrahuellas, mesetas, giros y, sobre todo, comprobamos los barridos de puerta para que la hoja no “bese” el primer peldaño. Aquí te preguntamos cómo vivís: teletrabajo, horarios, si hay niños o mascotas, si arriba hay dormitorios o un estudio. Con eso definimos el objetivo: silencio, seguridad, eficiencia, estética… o todo a la vez. Además, te enseñamos a calcular el presupuesto real para tu reforma Barcelona. Con nosotros no hay sorpresas.
La propuesta llega con bocetos y, si hace falta, renders para visualizar. Elegimos aperturas (abatible, pivotante, corredera), herrajes y espesores de vidrio, o secciones de perfilería y soluciones de ventilación. Algo que cuidamos mucho es el retorno de aire cuando hay climatización en plantas separadas: un cerramiento perfecto pero sin respiración acaba “peleándose” con el confort. Por eso integramos rejillas discretas o una franja superior practicable que ni se nota. Luego viene el presupuesto claro, sin letra pequeña, con opciones A/B para que compares calidades y rendimiento.
En producción, si hay vidrio y metal, plantillamos y fabricamos a medida para que los encuentros con la barandilla, zócalos y forjados queden limpios. Si es pladur, montamos con doble placa cuando el objetivo es acústico, juntas elásticas perimetrales para evitar fisuras y sellados de calidad que no amarilleen. Durante la obra protegemos suelos y peldaños y trabajamos con aspiración para que el polvo no conquiste el piso. Al final, rematamos con burletes perimetrales, cierrapuertas suaves y siliconas del color adecuado; es ese cinco por ciento final que separa lo correcto de lo impecable.
Normativa, licencias y comunidad: sin sobresaltos
No vamos a aburrirte con siglas, pero sí a cuidarte. Verificamos alturas de pasamanos, separación entre elementos para que no “pasen cabezas curiosas”, resistencia del vidrio según zona y vías de evacuación cuando toca. En Barcelona nos guiamos por el CTE y las ordenanzas municipales; para un cerramiento interior que no toca estructura, suele bastar un comunicado de obra menor. Si afecta a fachada, patio de luces o implica abrir huecos nuevos, el trámite cambia. También miramos los estatutos de la comunidad: si necesitas aprobación en junta, preparamos memoria y croquis para que lo presentes sin nervios.
Plazos y costes que puedes esperar (sin cuentos)
A la pregunta “¿cuánto tardáis?”, respondemos con realidad. Un cerramiento de vidrio y metal a medida suele requerir entre tres y cinco semanas desde la aprobación para fabricar hojas y herrajes; el montaje en casa se resuelve en uno o dos días. Un cerramiento en pladur, con pintura y remates, suele ir de dos a cuatro días más secados. Si añadimos eléctrica, iluminación o ajustes de climatización, sumamos uno o dos días coordinados. No dejamos nada al azar: en Obrescat planificamos quién entra, cuándo y cuánto tarda, y te lo contamos desde el primer día para que puedas organizarte.
El precio depende menos de los metros y más de las decisiones: tipo de apertura (una corredera silenciosa cuesta más que una batiente básica), calidad de herrajes, espesores (un laminado acústico marca diferencia), acabados (lacados, texturas, microtexturas), y, sobre todo, de los remates. Un cerramiento aparentemente barato puede salir caro si respira por debajo de la puerta, vibra al cerrar o amarillea a los seis meses. Nosotros entregamos precio cerrado por capítulos para que elijas con cabeza y no por miedo.
Detalles de diseño que elevan el conjunto
Nos gusta jugar a favor de la casa. En techos bajos típicos de fincas antiguas, una puerta hasta techo estiliza y limpia líneas. En salones largos, una perfilería mínima enmarca sin “encerrar”. Si el suelo pide limpieza fácil, resolvemos un zócalo cepillable que evita ese polvo traicionero junto al vidrio. En cerramientos opacos, los paneles fonoabsorbentes integrados hacen magia con el eco sin convertir el espacio en una cabina. Y sí, las manivelas importan: las eliges cada día con la mano; mejor que sean cómodas y con buen tacto.
Mantenimiento y vida útil: cero complicaciones
Los vidrios con tratamiento antical facilitan la limpieza; la pintura lavable aguanta manos pequeñas y las siliconas de calidad no se vuelven amarillas. Un ajuste anual de herrajes es suficiente para que todo siga suave. Si algo se descoordina con el paso del tiempo —una puerta que roza, un burlete que pide cambio—, ahí entra nuestro servicio post-obra: vamos, ajustamos y listo.
“Mi escalera es rara, ¿se puede?” Sí, y nos encanta
La escalera de caracol estrecha, el tramo partido con giro imposible, los peldaños de madera vieja que merecen mimo… los proyectos con personalidad nos motivan. Trabajamos con plantillas, soluciones híbridas y el toque artesano de nuestros equipos para encajar el cerramiento a tu caso concreto, no al revés. Esa es, quizá, la mayor diferencia cuando contratas a una empresa de reformas en Barcelona que diseña y fabrica a medida: el resultado no parece “colocado”, parece pensado.
En resumen: confort, silencio y una casa que te hace caso
Cerrar la escalera no es una moda; es una manera inteligente de mejorar cómo vives tu casa. Ganas temperatura estable, menos ruido, más seguridad y una estética que ordena el espacio. En Obrescat nos ocupamos de todo: diagnóstico, diseño, permisos, fabricación, montaje limpio y remates finos. Si te apetece, venimos, tomamos medidas y te enseñamos en muestras cómo quedaría en tu luz real. Y si ya lo tienes claro, marcamos fecha y lo tienes listo antes de que te des cuenta. Así trabajamos: con claridad, oficio y ese punto de detalle que convierte un cerramiento en el elemento favorito de tu casa.
Preguntas frecuentes sobre empresa de reformas en Barcelona
¿Qué material me conviene si no quiero perder luz?
El vidrio laminado acústico con perfilería mínima. Aporta amplitud y reduce eco sin oscurecer.
¿Un cerramiento mejora la eficiencia energética?
Sí. Evita que el aire caliente suba por la caja de escalera y estabiliza la temperatura entre plantas.
¿Necesito licencia en Barcelona?
En interior sin tocar estructura suele bastar comunicado de obra menor; si afecta a fachada o patio, cambia el trámite.
¿Cuánto se tarda en tenerlo listo?
Vidrio/metal: 3–5 semanas de fabricación y 1–2 días de montaje. Pladur: 2–4 días más secados.
¿Cómo se calcula el precio?
Por apertura y herrajes, espesores/aislamiento y acabados. Trabajamos con precio cerrado por capítulos para evitar sorpresas.